sábado, 27 de febrero de 2021

Quesada de yogur (sin queso)

Esta es una receta que he visto en la web de "Directo al paladar" y en diferentes páginas de recetas de cocina, donde variaban los ingredientes y las cantidades de los mismos, pero he optado por esta porque no lleva queso. Sí, es curioso que se llame "quesada" y no lleve queso, pero por lo que he podido investigar por internet, esta podría ser la explicación:

"Las primeras recetas de quesada pasiega (postre tradicional de Cantabria) se remontan a 1895, cuando la quesada se hacía con leche de vaca y cuajo (igual que el queso, de ahí su nombre), y se cocían en los hornos de las panaderías al sacar el pan. Actualmente, la fórmula ha variado un poco, sustituyendo los fermentos del cuajo por los del yogur, más cercano y accesible a todos los hogares".

Por lo tanto, que este postre lleve el nombre de quesada se debe a que el procedimiento de elaboración es muy similar al de la creación del queso. También hay quien concluye que debe su nombre a que su apariencia y el corte tienen el mismo aspecto que la tarta de queso.

 

► Ingredientes: 
 

  • 1 yogur natural o griego (=125 grs) - utilizaremos el vaso para medir parte de los ingredientes
  • 60 grs de mantequilla
  • 2 huevos
  • 2 vasos de azúcar (=250 grs)
  • 4 vasos de leche (= 500 ml) 
  • 2 vasos de harina (=250 grs)
  • una pizca de canela o azúcar glass

 


 

Elaboración:

1) Empezamos incorporando en un bol amplio el yogur. Guardamos el envase para seguir midiendo después el azúcar, la leche y la harina.
 
2) Derretimos la mantequilla en el microondas durante unos segundos, la incorporamos al bol junto con el yogur y batimos bien para que se mezclen.
 
3) Añadimos los 2 huevos, los 2 vasos de azúcar, los 4 vasos de leche y los 2 vasos de harina tamizada. Mezclamos bien todos los ingredientes con una varilla manual o eléctrica hasta que esté todo bien integrado. (Quedará una masa bastante líquida, hay que tenerlo en cuenta para elegir bien el molde donde vertelo para que no pierda).
 
4) Vertemos en el molde (yo he utilizado uno redondo de 20 cm de diámetro) e introducimos en el horno precalentado, a media altura, y horneamos durante 60 minutos a 180º con calor por arriba y por abajo.
 
La masa sube mucho durante el horneado, pero luego se va bajando creando arrugas.
 
Cuando veamos que por encima va cogiendo colorcito tostado, podemos ponerle una hoja de papel de aluminio para que no se queme demasiado. Pasado ese tiempo, apagamos el horno y dejamos que la tarta repose dentro unos minutos más.

5) Sacamos del horno, dejamos enfriar, desmoldamos, pasamos a un plato y a la nevera.
 
Hay que tener paciencia, y esperar al día siguiente para comerla, porque el cuajado de la nevera es esencial para que la tarta adquiera la textura compacta adecuada, tan característica.

A la hora de presentarla podéis espolvorear por encima un poco de canela o azúcar glass.
 

Resultado final:

 




 

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