viernes, 31 de marzo de 2017

Judías verdes con patatas y huevo

Todas las recetas son dignas, por más sencillas que sean. Y un plato presente en muchas casas que se suele comer semana sí semana también como son las judías verdes con patatas, que no podía quedar fuera del recetario popular. 

El éxito de la receta está en elegir bien las judías verdes y las patatas, y hervirlas el tiempo justo. Ni demasiado poco porque quedarían duras ni demasiado tiempo porque quedarían tan blandas que se desharían en la boca. Deben quedar al dente después de aproximadamente 20 minutos de cocción. 

En cuanto al tipo de judía, encontramos principalmente dos variedades: la perona, plana y alargada, y la fina, redonda y más pequeña. Personalmente encuentro más sabrosa y con más textura la judía perona, pero cada uno puede utilizar la que le guste más. Si se usa la judía fina necesitará algún minuto menos de cocción ya que, al ser más pequeña, se hierve más deprisa.

Una receta muy sencilla de hacer que se puede acompañar tambien de un sofrito, ideal para servir de primer plato.


Tiempo de preparación: 45 minutos
 
Ingredientes (para 2 personas): 

  • 500 gr de judías planas
  • 3 patatas
  • 3 zanahorias 
  • 1 pizca de sal
  • 2 dientes de ajo
  • 4 cucharadas de aceite de oliva 
  • 1 cucharadita de pimentón dulce
  • 4 huevos
  • 2 latas de atún
 
Elaboración:

1) Ponemos una cazuela con abundante agua al fuego.

2) Limpiar las judías, con un cuchillo, cortándoles las puntas y con un pelador de verduras, retírales los hilos situados a los lados. Después córtalas en trozos de unos 4 centímetros.
3) Pelar las patatas y cortarlas como para guisar.

4) Pelar las zanahorias y cortarlas en rodajas.
 
5) Añadir las judías, las zanahorias y las patatas a la cazuela.

6) Añadir sal al gusto y dejar cocer durante 30 minutos a fuego medio.

7) Si queremos preparar un sofrito: pelar los dientes de ajo, cortarlos en láminas finas y freírlos en una sartén con 4 cucharadas de aceite. Cuando se doren, regar las judías y darles un hervor de 2 minutos para que se mezclen los sabores. Si te gusta el pimentón, puedes añadir un poco al sofrito, eso sí, tienes que tener mucho cuidado de que no se queme.

8) Para preparar los huevos cocidos: hervir agua en una pota o cazo pequeño. Una vez que el agua rompa a hervir, introducir los huevos y dejar que se cuezan durante 12 minutos. Pasado ese tiempo, retirar del fuego, sumergir los huevos en agua fría y pelarlos.

9) Escurrir las judías verdes y servirlas en cada plato individual, repartir los huevos ya templados y pelados, y añadir una lata de atún por encima.


Resultado final:
 



jueves, 30 de marzo de 2017

Bizcocho de natillas de chocolate

Esta receta de bizcocho de chocolate es una preparación muy sencilla, muy cercana al bizcocho de yogur con las medidas del “vasito de yogur”, con la que conseguiremos en pocos minutos un desayuno o merienda que se mantendrá fresco y esponjoso varios días. 


Tiempo de preparación: 45 minutos
 
Ingredientes:

  • 2 natillas de chocolate tipo Danet
  • 3 huevos
  • 2 medidas de azúcar (cuando digo medida me refiero al vaso de las natillas)
  • 3 medidas de harina 
  • 1 medida de aceite (o incluso un poco menos 3/4)
  • 1 medida de cacao en polvo
  • 1 sobre de levadura Royal
  • un poco de mantequilla
 
Elaboración:

La base de esta receta es tomar como medida el propio envase de las natillas, lo que facilita mucho el tema de los ingredientes.

1) En un bol batimos los 3 huevos, añadimos las 2 natillas, y volvemos a batir hasta que quede todo bien mezclado.

2) Añadimos los 2 vasitos de azúcar a la mezcla anterior.

3) Añadimos por último los 3 vasitos de harina tamizada (pasada por el colador para que coja aire). Sobre la harina echamos la levadura. 

4) Añadimos el vasito de aceite.

5) Añadimos el vasito de cacao en polvo.

6) Removemos con unas varillas y mezclamos con cuidado hasta conseguir una masa homogénea y fina.

7) Untamos el molde desmontable para horno con un poco de mantequilla y espolvoreamos ligeramente con un poco de harinapara que luego resulte fácil desmoldar el bizcocho y no se pegue. Otra opción es forrar el molde con papel vegetal, así seguro que evitamos que se pegue el bizcocho.

8) Vertemos la mezcla en el molde.

9) Metemos la bandeja en el horno (precalentado previamente durante unos minutos), en la altura media del mismo, con calor solo por abajo, durante 30 minutos a 180º. Sabremos que el bizcocho está en su punto cuando introduciendo la punta de un cuchillo sale limpia al pinchar en el centro del bizcocho.

Truco:  En los últimos 5 minutos podemos encender en el horno la parte de arriba porque así logramos un color uniforme y bonito en el bizcocho. Ojo, un par de minutos es suficiente porque sino se quema!!! También se puede tapar con papel de aluminio, simplemente ponerlo encima del molde, sin cerrar ni ajustar al molde, así seguro que no se quema.
Nota: Recordar no abrir la puerta del horno durante los primeros 20-25 minutos para evitar que el bizcocho no suba.

10) Desmoldamos y dejamos enfriar. 

Podemos mejorar la presentación del bizcocho añadiéndole un poco de azúcar glas por encima.


Resultado final:






miércoles, 29 de marzo de 2017

Guiso de pescado con patatas

Este guiso de pescado es ideal para preparar con pescados blancos. Pero antes de empezar con la receta, ¿a qué nos referimos exactamente cuando hablamos de pescado blanco? 

El pescado blanco es un término empleado para referirse a ciertos pescados (en contraste con el pescado azul), para definir y categorizar a los pescados de origen oceánico con aleta dorsal.  

La característica que define a los pescados blancos es su bajo contenido en grasa, menor al 2%, mientras que los pescados azules superan el 7%. El pescado blanco, por tanto, es un pescado magro, poco calórico e interesante por su contenido en proteínas y en vitaminas del grupo B, además de por su sabor.

La lista de pescados blancos es larguísima, son muchos y muy variados los tipos de pescado blanco que encontramos en las lonjas y pescaderías. Ejemplos de pescados blancos son: merluza, lenguado, rodaballo, gallo, rape, bacalao, abadejo, dorada, mero, faneca, cabracho, congrio, gallineta, raya, etc...


Tiempo de preparación: 30 minutos aproximadamente
 
Ingredientes (para 2 personas):

  • 400 gr de pescado blanco sin piel ni espinas
  • 2 patatas grandes
  • 1 pizca de sal
  • 3 zanahorias
  • unas cucharadas de aceite
  • 2 dientes de ajo
  • 1 cucharadita de pimentón dulce
  • 1 cucharada de vinagre


Elaboración:


1) En una cazuela
(hasta la mitad aprox) calentamos agua hasta que hierva. Es aconsejable que la cazuela que vayamos a utilizar sea ancha para que podamos colocar los trozos de pescado sin que se monten unos sobre otros, en la medida de lo posible.

2) Cuando el agua ya esté caliente añadimos las patatas ya peladas y cortadas en dados.

3) Echamos una pizca de sal.

4) Añadimos las zanahorias.

5) Dejaremos hacerse las patatas a fuego medio el tiempo suficiente para que se puedan pinchar con un tenedor, pero no estén del todo hechas (unos 15 minutos deberían ser suficientes, dependiendo del tipo de patata), vigilando que siempre tenga caldo suficiente, rectificando la cantidad cuando sea necesario, y moviendo la tartera de vez en cuando para evitar que se nos pegue al fondo.

6) Transcurrido ese tiempo, añadimos el pescado y lo dejamos que se guise durante 5 minutos.

7) Retiramos la cazuela y escurrimos el agua.

8) Por otro lado, en una sartén preparamos un sofrito:

  • Ponemos el aceite en una sartén cubriendo su fondo y lo calentamos. Añadimos un par de dientes de ajo picados y los doramos.
  • Retiramos la sartén del fuego dejando que se temple.
  • A continuación echamos una cucharada de pimentón dulce y removemos todo (retiramos la cazuela para realizar esta operación porque es muy fácil que el pimentón pueda quemarse si lo mantenemos al calor).
  • Añadimos una cucharada de vinagre.
  • Removemos todo y listo el sofrito.

9) Añadimos el sofrito a la cazuela del pescado y mantenemos el pescado 5 minutos más en la cazuela apagada y tapada antes de servir.

10) Retiramos del fuego y listo para servir.


Resultado final:


Lenguado

martes, 28 de marzo de 2017

Arroz con pollo

El arroz con pollo es un plato típico de España y América Latina con variaciones regionales según el país.

Hay muchísimas formas de preparar un delicioso arroz con pollo, ya sea por la variación de sus ingredientes (zanahoria, guisantes, pimiento, gambas...) o añadiendo algunas especias, pero la de hoy es una receta de lo más sencilla a la vez que sabrosa y deliciosa. A mí me gusta prepararlo con los zancos, la parte que más me gusta del pollo.


Tiempo de preparación: 50 minutos aproximadamente
 
Ingredientes (para 2 personas):
 
  • 850 gr de pollo (6-7 zancos)
  • 1 vaso de arroz vaporizado
  • 4 cucharadas de aceite
  • 1/2 cebolla
  • 50 gr jamón serrano en taquitos
  • 1 vaso de vino blanco
  • 1 l de agua
  • 1 sobre de colorante (o azafrán)
  • 1 paquete de aceitunas
  • 1 pizca de sal


Elaboración:


1) En una tartera echamos aceite hasta cubrir el fondo.

2) Cuando esté bien caliente, echamos los zancos de pollo, lo tapamos y dejamos que se dore. Lo giramos para que se dore por todas partes.

3) Añadimos la cebolla picada y removemos.

4) Añadimos los taquitos de jamón serrano.

5) Incorporamos el vaso de vino blanco a fuego medio para que se vaya incorporando poco a poco y no se evapore enseguida. (En este punto llevamos 10 minutos de cocción).

6) En otra pota o cazo calentamos agua hasta que hierva (este agua será para preparar el arroz, así que necesitaremos 3 medidasde agua por cada medida de arroz).

7) Añadirmos el agua caliente a la pota principal.

8) Añadimos el sobre de colorante.

9) Añadimos una cucharadita de sal.

10) Añadimos las aceitunas. (En este punto llevamos unos 20 minutos de cocción).

11) Cuando el caldo esté hirviendo es el momento de añadir el arroz vaporizado en la pota, removemos todo con suavidad (no revuelvas con espátula ni cuchara, mueve la olla con movimientos de vaivén, es mejor no romper el arroz) para que se impregne bien del guiso y absorba el sabor, y dejamos que se cocine durante 15-20 minutos a fuego medio/alto, medio tapado.

12) Pasados los veinte minutos, retiramos del fuego y dejamos reposar el arroz unos 3 minutos antes de servirlo.

Resultado final:
 
 


lunes, 27 de marzo de 2017

Macarrón con carne guisada

La receta de hoy es un riquísimo guiso de macarrón con carne. Es otra deliciosa receta de mi madre que nos encanta. Y otra manera de comer macarrones que no sean los típicos macarrones con tomate o con nata.

Tiempo de preparación: 1 hora aproximadamente
 
Ingredientes (para 2 personas):
 
  • 150 gr de macarrones
  • 400 gr de carne
  • 1 chorrito de aceite
  • 1 cebolla
  • 1 hoja de laurel
  • 2 tomates bola
  • 1 vaso de vino blanco
  • 1 l de agua
  • 1 sobre de azafrán o colorante
  • 1 pizca de sal

Si quieres preparar más o menos cantidad, ajusta los ingredientes pero sin romper la proporción aproximada. Aunque siempre se pueden ajustar según los gustos de cada uno, por ejemplo la cantidad de carne o cebolla, si te gusta con menos cantidad o más puedes variarlos en función de gustos personales.

En cuanto a la carne, he utilizado carne de cerdo, pero si lo prefieres puedes usar carne de otro tipo, a tu gusto.


Elaboración:

1) En una tartera echamos aceite hasta cubrir el fondo.

2) Cuando esté bien caliente, echamos la carne troceada y damos vueltas hasta dorarla.

3) Añadimos la cebolla picada, una hoja de laurel y removemos.

4) Incorporamos un par de tomates pequeños troceados, y un vaso de vino blanco.

5) Cocemos todo bien. Cuando se quede sin líquido, añadimos agua hervida (tiene que ser agua caliente para no romper la cocción) hasta que se haga bien la carne.

6) Cuando veamos que la carne está bien hecha, añadimos el macarrón, el azafrán/colorante y una cucharadita pequeña de sal. Removemos todo para que no se pegue.

7) Dejamos que se cueza bien la pasta (20-25 minutos aprox). Lo tendremos que remover de vez en cuando y estar pendientes con el agua porque habrá que añadir más, (probablemente 1 vaso más), los macarrones van a chupar mucho caldo. No es un guiso que se quede con caldo, cuando pasen los veinte minutos tienen que quedar con un poquito, a modo de salsa.

8) Retiramos del fuego y servimos.

9) Ya en el plato podemos espolvorear queso rallado por encima. 


Resultado final:





sábado, 25 de marzo de 2017

Fabada asturiana al estilo tradicional

Existe una gran variedad de “platos de cuchara” de la gastronomía tradicional que, cuando más frío hace, nos apetecen un montón. Es el caso de la fabada asturiana, un plato que se elabora con fabes de La Granja, un tipo de alubia blanca de carne jugosa que aporta cremosidad al caldo final.

Eso sí, para preparar una fabada asturiana tradicional y auténtica necesitas incorporar el “compango” clásico, es decir, el acompañamiento de carnes ahumadas típico, que es chorizo, morcilla y tocino, que podéis encontrar en el lineal del supermercado en packs ya preparados para elaborar este plato concreto. 

Os invito a que busquéis unas fabes o alubias de máxima calidad así como unos ricos embutidos, y dispongáis de una mañana libre de domingo para preparar esta receta de las de toda la vida.

Tiempo de preparación: entre hora y media y 2 horas aproximadamente
 
Ingredientes (para 2 personas):
 
  • 250 gr de fabas
  • 1 chorizo
  • 1 morcilla
  • 1 trozo de panceta, lacón o tocino
  • 1/2 cebolla
  • 1 diente de ajo
  • 1 pizca de azafrán, colorante o pimentón dulce
  • 1 pizca de sal 
Además podemos añadirle:
  • patata troceada en cuadraditos pequeños
  • tacos de jamón serrano
  • zanahoria picada


Elaboración:

1) Poner las fabas a remojo en agua fría durante toda una noche (deben estar totalmente cubiertas). Lo ideal es que estén al menos 12 horas hidratándose.

2) Al día siguiente, escurrir las fabas y echarlas en una cacerola ancha con agua hasta cubrirlas de sobra (que queden al menos 2-3 dedos de agua por encima).

3) Cuando empiece a herbir el agua, eliminar la espuma, y añadir el compango, el jamón, la cebolla, y sal al gusto.

4) Reducir el fuego casi al mínimo, de forma que se cocinen a fuego medio durante 1 hora, pero que estén todo el tiempo casi hirviendo. Removerlas suavemente de vez en cuando, mejor con una cuchara de madera, y llevar cuidado para no romperlas.

5) A medida que se consume el agua, añadir más agua caliente (tiene que ser caliente para no romper la cocción).

6) Pasada la hora de cocción, añadir la patata y la zanahoria troceada. 

7) Por otro lado, 15 minutos más tarde, realizamos un sofrito para añadir a la pota. El sofrito lleva: aceite, ajo y pimentón dulce.

8) Incorporar el sofrito a las fabas y remover todo.

9) A continuación retirar el compango a un plato o fuente aparte, y cortarlo de forma que haya un trozo de cada tipo para cada comensal, mientras se dejan cocer las fabas hasta que estén tiernas. 

10) Servir en platos individuales y hondos las fabes, bien regadas con caldo (aunque eso según el gusto), y repartir a cada uno un trozo de chorizo, otro de morcilla y otro de panceta.


Resultado final:




viernes, 24 de marzo de 2017

Apple crumble o crumble de manzana

El crumble /ˈkrʌmbəl/ es un postre tradicional de Inglaterra que se elabora con fruta y una masa de harina, mantequilla y azúcar. Cuenta la historia que una vez terminada la Segunda Guerra Mundial, y sobre todo a raíz del racionamiento de alimentos existente en este país después de la guerra, se elaboró una especie de postre de frutas a partir de los alimentos que quedaban o sobraban por aquel entonces.

Fue así como nació este popular pastel con frutas, cuyo nombre en su traducción precisamente vendría a significar algo así como “desmoronar”. Y es que, en su elaboración, se prepara desmoronando la harina con la mantequilla y el azúcar para brindarle luego su particular y característica apariencia, y su deliciosa textura crujiente. 

Hay infinidad de recetas en internet, con cantidades muy dispares entre unas y otras, por lo que la receta que yo he seguido la he seleccionado del libro 'Escuela de postres' de la Editorial Larousse.


Tiempo de preparación: 1 hora aproximadamente

Ingredientes (para 4 personas):

 Para el crumble:
  • 100 gr de harina
  • 150 gr de azúcar
  •  90 gr de mantequilla (sin sal), a temperatura ambiente (para poder trabajarla)
  •  30 gr de almendras peladas y troceadas
  • una pizca de sal 
 
Para el relleno:

  • 4 manzanas pequeñas (calculad prácticamente una por persona)
  • azúcar (el equivalente a 4 cucharadas soperas)
  • 1 cucharada de harina
  • una pizca de canela en polvo
 
Para acompañar:

  • helado de vainilla o nata

Elaboración:

1) Lo primero será preparar el crumble, las migas que cubren el plato. Para ello, poner la harina, el azúcar, las almendras troceadas y la pizca de sal en un bol y mezclar bien. Añadir poco a poco la mantequilla en pequeños dados y seguir mezclando hasta conseguir una masa similar a las migas. 

2) Las migas se dejan enfriar unos 15 minutos en el frigorífico, mientras preparamos las manzanas, y precalentamos el horno. 

3) Pelar las manzanas, cortarlas en pequeños dados (de 1 cm aprox.) y espolvorear por encima el azúcar, una cucharada de harina y la canela en polvo.

4) Pasar las manzanas por la sartén a fuego fuerte con una bolita de mantequilla y 50 gr de azúcar. Transcurridos 6-7 minutos, retiramos del fuego. 

5) Untar con mantequilla una fuente de horno y verter la mezcla de manzana.

6) Distribuir las migas obtenidas sobre las manzanas, y hornear a 180ºC durante 25-30 minutos aproximadamente (hasta que el crumble esté de color dorado y la manzana burbujeando).

Cómo disfrutar el crumble de manzana:

El crumble de manzana puede comerse solo, frío o templado, aunque la opción más tradicional es consumirlo templado acompañado de helado de vainilla. Por otra parte, en Inglaterra es habitual comerlo caliente acompañado de compotas, natillas o nata. 

Aunque el crumble de manzana es uno de los más habituales, también se puede preparar con otras frutas, como fresas, mango, melocotón, uvas...
 
Resultado final:

Os muestro dos opciones para el resultado, en la primera opción las migas del crumble eran menos que la manzana empleada para el postre. En el segundo caso es justo al contrario, es menor la manzana y mayor el número de migas. Para gustos... colores!