Mis recetas de cocina, by Rachel: Tarta de queso de 3 ingredientes al estilo japonés (esponjosa como una nube)

Esta es una receta que ví en una página web de recetas de cocina, concretamente en la de "Anna recetas fáciles". Es una tarta de queso de solo 3 ingredientes, al estilo japonés, esponjosa como una nube, tanto que los anglosajones la llaman cotton cheesecake o “tarta de queso algodonosa”.

► Ingredientes:

4 huevos tamaño L (pueden ser 5 si son más pequeños)
250 gr. de queso crema tipo Philadelphia
200 gr. de leche condensada

► Consejos antes de empezar:

Es recomendable que los ingredientes estén a temperatura ambiente. Por lo que deberíamos sacarlos de la nevera entre 1 y dos horas antes de preparar la receta.

Esta receta se hornea al baño de María, es decir, pondremos el molde dentro de un recipiente con agua. Si el molde que vamos a usar es desmontable, lo más recomendable es forrar el exterior con papel aluminio, para evitar que pueda entrar el agua. (La verdad es que yo no apliqué esta técnica, hice la tarta de queso al horno sin baño María y sale perfecta igualmente).

► Elaboración:

1) Comenzamos preparando el molde donde vayamos a hornear nuestra tarta. Yo he utilizado un molde antiadherente redondo de 20 cm y lo forré con papel de horno para que sea más fácil de retirar y no se pegue nada.

2) Separamos las claras y las yemas en dos bols diferentes.

3) En el bol 1: montamos las claras con una batidora de varillas. Sabremos que están montadas al punto de nieve cuando veamos que la batidora dibuja un trazo, y cuando puedes volcar el cuenco sin miedo a que las claras caigan de él. (También puedes probar a meter una cuchara en las claras y si se mantiene erguida, totalmente vertical, están listas).

4) En el bol 2: batimos un poco las yemas, le añadimos el queso crema, y seguimos batiendo hasta obtener una masa cremosa y sin grumos.

5) Añadimos la leche condensada a la masa del paso anterior, y seguimos batiendo hasta integrarla totalmente.

6) Cogemos las claras montadas al punto de nieve, y las añadimos poco a poco a la mezcla de las yemas con el queso y la leche condensada, con movimientos envolventes (desde abajo hacia arriba) para que no se vaya el aire. Tenemos que procurar llegar bien a la base del bol para que se mezcle todo por igual. Cuando esté todo integrado, sacudimos ligeramente el molde, contra la superficie de la encimera, para que no queden burbujas en la mezcla.

7) Precalentamos el horno a 180º, rellenamos el molde, e introducimos en el horno.

Nota: si queremos hacerlo al baño María, sería en este momento:

Ponemos agua caliente en el recipiente que vamos a usar para el baño María, (lo ideal es que llegue hasta la mitad del exterior del molde, 2 o 3 cm) y con cuidado ponemos el molde con la mezcla dentro del recipiente, y se coloca la tarta en el nivel más bajo del horno.

8) Horneamos durante unos 30 minutos a 180º con calor sólo por abajo, a la altura media del horno. Cuando pase la media hora la tarta habrá subido, estará caliente y se bamboleará como un flan (después bajará y se arrugará). Si queremos que quede doradita por encima, es ahora cuando podemos poner el horno con calor por arriba y por abajo durante unos minutos (en menos de 5 ya cogerá color, hay que estar pendientes porque según cada horno se dora antes o después). Pasado ese tiempo (35 minutos aprox), apagamos el horno, abrimos un poco la puerta y dejamos que la tarta se enfríe durante 30 minutos más.

9) Retiramos del horno, dejamos enfriar a temperatura ambiente.

Podemos decorarla con un poco de azúcar glas por encima. Para que nos quede bien repartido, ponemos el azúcar glas en un colador y espolvoreamos.