jueves, 23 de marzo de 2017

Tarta de la abuela (tarta de galletas con flan)

La tarta de la abuela se llama así por una razón, no hay abuela que no haya hecho alguna vez este postre tan exitoso. Se trata de una tarta compuesta por galletas recubiertas por capas de flan y una cobertura de chocolate. Como veis, no tiene ningún secreto, pero es una tarta que a todos nos trae buenos recuerdos.

El flan lo vamos a hacer con un preparado para flan que seguramente habéis utilizado muchas veces. Yo recuerdo ver siempre en casa un paquete de sobres Flanín 'El niño', pues mi madre lo utilizaba a menudo para hacer cualquier tarta de este tipo, o natillas o flan. Supongo que muchos de nosotros estamos familiarizados con este ingrediente desde la infancia.

Esta es la tarta típica que hemos comido en todas las casas. Una tarta muy sencilla de preparar y con un resultado exquisito. Los ingredientes son pocos y muy económicos y, con la que acertaremos siempre! No dejarán ni las migas!

A la hora de preparar esta receta debemos tener en cuenta que la tarta debe reposar en la nevera un mínimo de 2 horas para que se solidifique, y que el recipiente que utilicéis que sea preferiblemente rectangular o cuadrado, pues las capas cuesta más hacerlas si es redondo. El tamaño puede ser el que queráis, teniendo en cuenta que cuanto más ancho sea, más fina quedará la tarta, y cuanto más estrecho sea, más alta quedará.

Ingredientes (para 2 personas -ver foto 1-):

  • 1 sobre de preparado para flan (Flanín 'El niño')
  • 1/2 litro de leche entera
  • 4 cucharadas de azúcar
  • 1 paquete y medio de galletas (mejor si son rectangulares)
  • 1 chorrito de vino dulce (tipo Sansón)
  • 100 gr de chocolate para postres (media tableta aprox)
  • 300 ml de nata líquida para montar o crema de leche
 
Preparación del flan:

1. Empieza preparando el flan, es muy fácil, sólo hay que seguir las instrucciones del paquete: del medio litro de leche, separa un poco en una taza y vierte en ella el contenido de un sobre, removiéndolo para que se disuelva completamente. No tiene que tener ningún grumo. (Si te es más fácil, puedes calentar esa leche un minuto en el microondas para que sea más sencillo disolver el preparado).

2. La otra parte de la leche caliéntala a fuego medio en un cazo con las 4 cucharadas de azúcar y remuévelo con una cuchara de madera para que el azúcar se disuelva. Espera a que llegue a ebullición y retíralo del fuego. Vierte la taza con el preparado de flan disuelto y continúa removiéndolo todo hasta tener una crema uniforme. La consistencia tiene que ser como la crema pastelera. Resérvalo.


Montaje de la tarta:

3. Por otra parte, en un plato sopero vierte un poco de leche con un chorrito de vino dulce, y empapa las galletas en esta mezcla. La leche puede estar ligeramente tibia para que las galletas empapen mejor, pero que no esté muy caliente o se romperán.

4. Coloca las galletas en una fuente rectangular cubriendo toda la base. (Opcional: podemos cubrir el fondo del molde o fuente con un papel de horno u obviar este paso). Si nos queda algún hueco, partimos trocitos de galleta para que quede la base cubierta por completo.

5. Vierte una capa de flan hasta cubrir las galletas completamente. Sigue poniendo otra capa de galletas encima del flan y cubriéndolo con más flan (o con chocolate caliente). Continúa con este procedimiento hasta terminar las galletas. Lo ideal es que la última capa sea de galletas.


Preparación de la cobertura de chocolate:

6. Una vez tenemos la tarta solidificada preparamos la cobertura de chocolate. Para ello, calienta la nata en un cazo a fuego medio hasta que empiece a hervir. Retíralo enseguida del fuego para que no se salga y añade el chocolate troceado. Remuévelo con una cuchara de madera hasta que el chocolate se deshaga por completo y tengas una salsa líquida.

7. Vierte esta salsa encima de las galletas hasta cubrirlas por completo. Podemos además decorarla por encima con trocitos de almendra, con fresas, con nata, con bolitas de chocolate...

8. Deja que la tarta enfríe a temperatura ambiente y luego introdúcela en el frigorífico para que enfríe completamente. Dejamos en la nevera hasta el día siguiente para que la tarta se cuaje bien. Sirve la tarta fría.

 
Resultado final:




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